Día
13 de Marzo, Domingo II de Cuaresma
Doble- Privilegiado de I clase- Orn. Morados
Para que trabajemos con entusiasmo por alcanzar la pureza del corazón, motivo por el cual inculca tanto la Iglesia la penitencia en este tiempo de Cuaresma, ya que la penitencia purifica, es que se nos lee hoy en la Epístola la maravillosa exhortación de San Pablo a los Tesalonicenses, animándolos a conservarse puros e incontaminados de toda impureza.
El Evangelio, al hablar de la Transfiguración, es apropiado a éste tiempo, ya que Moisés y Elías ayunaron cuarenta días, como N.S.J.C. Y como testigos lleva consigo Jesús a los tres Apóstoles más amados, para que la gloria de la Transfiguración contrarreste luego el escándalo de la Cruz.
El Corazón de Jesús ardía dulce y sosegadamente; pero su amor levantaba llamas inmensas que penetraban su Ser. Pronto esas llamas luminosas, atravesando el tenue velo de la carne, se mostraron gloriosas en su cuerpo.
Día 19 de Marzo, San José, Esposo de la Virgen María.
San José, descendiente de David, es el tipo perfecto del varón justo de que habla la Escritura. Dios le escogió para altísimos destinos y confió a su cuidado lo más grande que hay en la tierra y en el cielo: Jesús y María. Esta elección divina permite darnos una idea de cómo Dios habría labrado aquel corazón y aquella alma hasta hacerla alcanzar la más grande perfección y santidad; dice San Epifanio que jamás hubo en el mundo hombre ni más noble ni más brillante a los ojos de Dios. El Verbo había de nacer de Madre Virgen y éste misterio había de quedar oculto bajo el velo del matrimonio. A San José confía Dios su Madre y le da todos los derechos de esposos para que sea su ángel tutelar y guarda de la pureza virginal de María. Al mismo tiempo le otorga Dios los deberes y derechos de padre sobre el Niño Jesús, concebido milagrosamente por obradle Espíritu Santo. San José es abogado de la buena muerte, y tan poderoso en todo que, como dice Santa Teresa, quien quiera probarlo no tiene más que acudir a él.
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