domingo, 20 de octubre de 2024

Sermón Domingo XXII después de Pentecostés

Sermón

R.P. Carlos R. Santos


Sermón

R.P. Julián Espina Leupold


Sermón

S.E.R. Pío Espina Leupold



Lección

Hermanos: Confiamos en el Señor Jesús que, el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Es justo que yo sienta esto de todos vosotros: porque os tengo en el corazón; y en mis cadenas, y en la defensa y confirmación del Evangelio, todos vosotros sois los compañeros de mi gozo. Porque Dios me es testigo de cuánto os amo a todos vosotros en las entrañas de Jesucristo. Y lo que pido es que vuestra caridad crezca más y más en ciencia y en todo conocimiento: para que probéis cosas mayores, para que estéis puros y sin mancha el día de Cristo, llenos de frutos de justicia, por Jesucristo, para gloria y loor de Dios. 
Ph., I, 6-11


Evangelio
En aquel tiempo, yendo los fariseos, tuvieron consejo para sorprender a Jesús en sus palabras. Y le enviaron sus discípulos, con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz, y que enseñas de veras el camino de Dios y no te preocupas de nadie: porque no miras la persona de los hombres: dinos, pues, qué te parece: ¿es lícito dar tributo al César, o no? Pero Jesús, conocida la maldad de ellos, dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Y díjoles Jesús: ¿De quién es esta imagen, y esta inscripción? Dijéronle: Del César. Entonces les dijo El: Dad, pues, al César lo que es del César; y a Dios, lo que es de Dios.  
Mt„ XXII, 15-21

 


sábado, 19 de octubre de 2024

Dom Gueranger: Vigésimo Segundo Domingo después de Pentecostés

 



VIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Año Litúrgico – Dom Prospero Gueranger


MISA

Según Honorio de Autún, la Misa del día se refiere al tiempo del Anticristo. La Iglesia lanza su mirada en lo que está por venir, sobre el reino de este hombre de pecado, y como sintiendo ya los golpes de la tremenda persecución de los últimos días, toma el Introito del Salmo 129.

Si queremos una aplicación actual y siempre práctica, dada nuestra miseria, en coincidencia con el sentido profético con que hoy van revestidas las palabras de este Salmo, recordemos el Evangelio de la semana anterior, que en otro tiempo era el de este Domingo. Cada cual se reconocerá en la persona del deudor insolvente que sólo confía en la bondad de su Señor; y nosotros exclamaremos, en la confusión de nuestra alma humillada: Si escudriñases nuestras iniquidades,


INTROITO

Si escudriñares nuestras iniquidades, Señor; Señor, ¿quién podrá resistir? Pero en ti está el perdón, oh Dios de Israel. — Salmo: Desde lo profundo clamo a ti, Señor: Señor, escucha mi voz. T. Gloria al Padre.

 

Acabamos de dar ánimos a nuestra confianza cantando que en Dios hay misericordia. El mismo es el que da a las oraciones de su Iglesia su acento piadoso porque desea oírla. Pero se nos oirá a nosotros también con ella si rogamos como ella según la fe, es decir, conforme a las enseñanzas del Evangelio. Rezar según la fe, hoy, pues, equivale a perdonar a nuestro prójimo las deudas contraídas con nosotros, si a su vez pedimos nosotros también ser absueltos por el Señor de todos.


COLECTA

Oh Dios, refugio y fortaleza nuestra: oye las piadosas preces de tu Iglesia, tú, que eres el mismo autor de la piedad, y haz que, lo que pedimos fielmente, lo consigamos eficazmente. Por Nuestro Señor Jesucristo.


EPÍSTOLA

Lección de la Epístola del Ap. San Pablo a los Filipenses (Flp., I, 6-11).


Hermanos: Confiamos en el Señor Jesús que, el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Es justo que yo sienta esto de todos vosotros: porque os tengo en el corazón; y en mis cadenas, y en la defensa y confirmación del Evangelio, todos vosotros sois los compañeros de mi gozo. Porque Dios me es testigo de cuánto os amo a todos vosotros en las entrañas de Jesucristo. Y lo que pido es que vuestra caridad crezca más y más en ciencia y en todo conocimiento: para que probéis cosas mayores, para que estéis puros y sin mancha el día de Cristo, llenos de frutos de justicia, por Jesucristo, para gloria y loor de Dios.

viernes, 18 de octubre de 2024

Boletín Dominical 20 de octubre

Día 20 de Octubre, Domingo XXII de Pentecostés.

Doble. Conm. San Juan Cancio, Confesor. Orn. Verdes.

Hacía más de medio siglo que los romanos dominaban en Palestina. De ellos había recibido Herodes la tetrarquía de Galilea. De aquí que el romano, como yugo extranjero y pesado, era odioso a los israelitas, los cuales esperaban un Mesías guerrero y triunfador que los librara de su dominación. Pero tal es la rabia de los fariseos contra Jesús, que no vacilan en buscar en su ayuda a los ministros de Herodes, para tenderle un lazo, y juntos van y le dicen: “Maestro, tu que eres veraz… dinos: ¿es justo pagar tributo al Cesar o no?” Si decía que sí, ofendía al pueblo, que odiaba al yugo romano; si decía que no se indisponía con los romanos y Herodes, que podían tomarlo como rebelde al poder constituido y acusarle de revolucionar al pueblo. Jesús destruye al instante la falacia y les da una lección importante. Dos monedas circulaban en Palestina: una con la imagen del Cesar e inscripción romana y servía para pagar el tributo y negociar con los pueblos sometidos a Roma; otra con inscripción hebrea, para transacciones internas. Por eso le dice Jesús le muestre la moneda, y al ver la imagen del Cesar les responde den las Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Pero al mismo tiempo nos enseña con ello que es obligación de conciencia el obedecer a las autoridades legitimas y la de pagarles todos los tributos justos, pues toda autoridad legítima viene de Dios. Así también hay estricta obligación de obedecer los preceptos religiosos, ya emanen directamente de Dios o procedan de la legítima autoridad eclesiástica.





Epístola de la Misa del 24 de Octubre: San Rafael Arcángel

“Dijo el ángel Rafael a Tobías: bueno es guardar el secreto del rey, pero también es laudable publicar y celebrar las obras de Dios. Buena es la oración con el ayuno; y el dar limosna es mejor que guardar tesoros de oro, porque la limosna libra de la muerte y limpia la multitud de pecados, y hace hallar misericordia y vida eterna. Mas los que comenten pecado e iniquidad son enemigos de su propia alma. Por tanto, voy a manifestaros la verdad y descubrir lo que ha estado oculto. Cuando orabas con lágrimas, y enterrabas los muertos, y te levantabas de la mesa a media comida, y escondiendo de día los cadáveres en tu casa los enterrabas de noche, yo presentaba tu oración al Señor. Y porque eras acepto a Dios, fue necesario que la tentación te probase. Y ahora el Señor me envió para curarte y librar del demonio a Sara, esposa de tu hijo. Porque so soy el ángel Rafael, uno de los siete que asistimos ante el Señor.” (Tob. XII, 7-15).



domingo, 13 de octubre de 2024

Sermón Domingo XXI después de Pentecostés

Sermón

R.P. Julián Espina Leupold


Sermón

S.E.R. Pío Espina Leupold


Sermón

R.P. Carlos R. Santos



Lección

Hermanos: Confortaos en el Señor y en el poder de su virtud. Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir a las asechanzas del diablo. Porque no tenemos que luchar contra la carne y la sangre, sino contra los príncipes y potestades, contra los tenebrosos rectores de este mundo, contra los espíritus del mal en los cielos. Por lo cual, tomad la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y ser perfectos en todo. Tened, pues, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y estad vestidos de la coraza de la justicia, y tened los pies calzados con la preparación del Evangelio de la paz: tomad en todo el escudo de la fe, con el cual podréis extinguir todos los dardos encendidos del malvado: y el yelmo de la salud: y la espada del espíritu, que es la palabra de Dios.

Ef„ VI, 10-17



Evangelio

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El reino de los cielos es semejante a un rey que quiso pedir cuentas a sus siervos. Y, habiendo comenzado a pedir cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Mas, como no tuviese con qué pagarlos, su señor mandó venderle a él, y a su mujer, y a sus hijos, y todo cuanto tenía, para que pagase. Postrándose entonces aquel siervo, le rogó diciendo: Ten paciencia conmigo, y todo te lo pagaré. Y, compadecido el señor de aquel siervo, le soltó, y le perdonó la deuda. Mas, habiendo salido aquel siervo, encontró a uno de sus consiervos, el cual le debía cien denarios: y, apretándole, le ahogaba diciendo: Da lo que debes. Y, postrándose su consiervo, le rogó diciendo: Ten paciencia conmigo, y todo te lo pagaré. Pero él no quiso: sino que se fue, y le metió en la cárcel hasta que pagase la deuda. Y, cuando vieron sus consiervos lo que había hecho, se contristaron mucho: y fueron y contaron a su señor todo lo sucedido. Entonces su señor llamó a aquel siervo, y le dijo: Siervo malo, ¿no te perdoné a ti toda la deuda porque me lo rogaste? ¿No debiste, pues, compadecerte tú también de tu consiervo, como yo me compadecí de ti? Y, airado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase toda la deuda. Así hará también mi Padre celestial con vosotros, si no perdonare cada cual a su hermano de todo corazón.

Mat., XVIII, 23-35

sábado, 12 de octubre de 2024

Per Ipsum: Boletín Mensual del Seminario Mater Dei mes de Octubre

Dom Gueranger: Domingo XXI después de Pentecostés

 



DOMINGO XXI DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

Año Litúrgico – Dom Prospero Gueranger


EL OFICIO

Los Domingos que van a continuación son los últimos del ciclo anual, pero el grado de proximidad que los relaciona con su último término, varía cada año con la Pascua. Esta variación imposibilita la coincidencia exacta entre la composición de sus Misas y las lecturas del Oficio nocturno, que se hacen de un modo fijo desde agosto de la manera que hemos dicho[1]. La instrucción que los fieles deben sacar de la sagrada Liturgia sería incompleta, ni verían tampoco la solicitud de la Iglesia en estas últimas semanas tan claramente como conviene para dejarse dominar de ella por entero, si pasan para ellos inadvertidas las lecturas que se hacen en los meses de octubre y noviembre: en el primero se leen los Macabeos, que nos animan a los últimos combates, y en el segundo se leen los Profetas, que anuncian los juicios de Dios.


MISA

LUCHA CONTRA EL DIABLO

Durando de Mende, en su Racional, se esfuerza por probar que este Domingo y los que le siguen dependen siempre del Evangelio de las bodas divinas y no son más que su explicación. "Y porque estas bodas, dice para hoy, no tienen mayor enemigo que la envidia de Satanás contra el hombre, la Iglesia trata, en este Domingo, de la guerra contra Satanás y de la armadura de que nos debemos revestir para defendernos en ella, según se verá en la Epístola. Y, como el cilicio y la ceniza son las armas de la penitencia, la Iglesia en el Introito saca a relucir la voz de Mardoqueo, que rogaba a Dios, cubierto del cilicio y la ceniza"[2].


MISERIA DEL GÉNERO HUMANO

Su fundamento tienen las reflexiones del Obispo de Mende. Mas, bien que el pensamiento de la unión divina, que pronto se consumará, no abandone nunca a la Iglesia, ésta se mostrará de modo especial verdaderamente Esposa en la desdicha de los últimos tiempos, cuando, olvidándose de sí misma, sólo pensará en los hombres, cuya salvación la confió el Esposo. Lo hemos dicho ya: la proximidad del juicio final, el estado lamentable del mundo en los años que precederán inmediatamente al desenlace de la historia humana, es lo que domina en la Liturgia de estos Domingos. La parte de la Misa de hoy que más impresionó a nuestros padres, es el Ofertorio sacado de Job, con sus versículos de exclamaciones expresivas y repeticiones apremiantes; puede decirse, en efecto, que este Ofertorio encierra perfectamente el verdadero sentido que conviene dar al Domingo vigésimoprimero después de Pentecostés.

Al mundo, que se ve reducido, como Job en el estercolero, a la más extrema miseria, ya solamente le queda la esperanza en Dios. Los santos que todavía viven en él, honran al Señor con una paciencia y una resignación, que en nada merman el ardor y la fuerza de sus súplicas. Tal es el sentimiento que desde el primer instante produce en ellos la oración sublime formulada por Mardoqueo. Rogaba éste en favor de su pueblo condenado a un exterminio total, figura del que espera al género humano[3].


INTROITO

En tu voluntad, Señor, están puestas todas las cosas, y no hay quien pueda resistir a tu voluntad: porque tú lo has hecho todo, el cielo y la tierra, y todo cuanto se contiene en el ámbito del cielo: tú eres el Señor de todo. — Salmo: Bienaventurados los puros en su camino: los que andan en la Ley del Señor. V. Gloria al Padre.


La Iglesia, en la Colecta, indica bastante que, si bien está pronta a sufrir los tiempos malos, prefiere la paz, que la permite ofrecer libremente el tributo simultáneo de las obras y la alabanza. El último ruego de Mardoqueo en la oración cuyas primeras palabras las tenemos en el Introito, era para esta libertad de la alabanza divina, que será el último amparo del mundo: Podamos cantar a tu Nombre, oh Señor, y no cierres la boca de los que te alaban"[4].

viernes, 11 de octubre de 2024

Boletín Dominical 13 de octubre


Día 13 de Octubre, Domingo XXI de Pentecostés

Doble. Conm. de San Eduardo, Rey y Confesor. Orn. Verdes.

Nos exhorta el Señor a perdonar generosamente las injurias, las ofensas de nuestros prójimos. Habla del perdón de las injurias personales, y por lo que respecta a la disposición de ánimo, no precisamente a abandonar la legítima defensa de nuestros intereses y de nuestra fama.

Para esto debemos desterrar el espíritu de venganza: primero, por el mandato y ejemplo de Jesús: “Yo os digo: amad a vuestros enemigos” (S. Mateo 5, 44) y en el alto del Calvario muere por todos y dice orando al Padre Eterno. “Padre mío, perdónalos…” (S. Lucas, 23, 34); segundo, por el ejemplo de los santos y de los mártires que morían rogando por sus verdugos; tercero, por nuestro provecho, porque en el Padrenuestro decimos: “Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”.

Nosotros, como el siervo malo, hemos malversado con frecuencia los dones que Dios nos confió; y al ser llamados a dar cuenta de nuestra administración, en vistas de nuestras malas obras, no hemos tenido otro recurso que implorar la misericordia de Dios, que nos enseña a ser misericordiosos con los demás.





18 de Octubre, San Lucas Evangelista.

San Lucas era hijo de padres gentiles y nacido en Antioquía, capital de Siria. De cultura nada común, era versado en letras griegas y la elocuencia, conocía el arte de la pintura, y el mismo Apóstol San Pablo nos dice que era médico. Convertido a la fe por este Apóstol, fue en adelante su amigo y compañero inseparable en todos sus viajes apostólicos. Escribió el tercer Evangelio, que algunos Santos Padres llaman Evangelio de San Pablo, y también el libro de los Hechos de los Apóstoles, en el que nos narra los triunfos maravillosos de la fe. Su Evangelio, escrito alrededor del año 63, en un griego escogido y elegante, sigue un orden lógico y cronológico. Como no estuvo presente a los hechos de la vida de Jesucristo, “ha examinado cuidadosamente las cosas desde su origen” y consultado “a los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra”. Él visita a la Virgen Maria para saber de Ella y narrarnos el Misterio de la Anunciación, de la Encarnación, del Nacimiento y tantas otras cosas que solo él nos dice y solo Ella podía saber. Afirma San Jerónimo que San Lucas murió a la edad de 84 años y que fue virgen durante toda su vida.