
Día 24 de Agosto, San Bartolomé, Apóstol.
Doble de II Clase. Orn. Rojos
Conmemoración Domingo XI de Pentecostés.
El hijo de Tolomeo, o Bartolomé, es el discípulo que S. Felipe presentó al Señor con el nombre de Natanael, y que fue tan encomiado por Jesús a causa de su inocencia y sencillez de corazón.
“Felipe halló a Natanael, y dícele: Hemos hallado a Aquél de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús, el hijo de José de Nazaret. Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Dícele Felipe: Ven y ve. Jesús vió venir a sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en el cual no hay engaño. Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, te vi. Respondió Natanael, y díjole: Rabbi, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel.”
Nacido en Caná de Galilea, fue alistado por Jesús en el número de los doce (Ev.), pudiendo seguir al Señor hasta el día de su Ascensión. Después predicó la fe en la Arabia Feliz, y según algunas tradiciones, habría sido desollado vivo. Sus reliquias se veneran en Roma, en la iglesia de S. Bartolomé, sita en la Isla formada por el Tíber.
Celebremos gozosos la fiesta de S. Bartolomé, que en el cielo alaba a Dios en el coro glorioso de los Apóstoles (Alel.); y pidamos al Señor nos conceda amar lo que él creyó y enseñó, amarlo y practicarlo.

Domingo XI de Pentecostés
Los Oficios de este día nos dan a entender cómo la oración humilde y confiada lo puede todo ante Dios.
Se le suplica a Jesús cure un pobre sordomudo, y compadecido de él, apártale de la multitud y le da la facultad de oír y hablar. En el Bautismo conserva la Iglesia en su Ritual, las misteriosas acciones de Cristo en la curación de este sordomudo.
Dice San Gregorio que “Si Cristo levantó los ojos y suspiró, no fue porque necesitara de todo eso, Él, que daba lo mismo que pedía, sino para enseñarnos a suspirar y levantar los ojos a Aquel Señor que reina en los Cielos, a fin de que abra nuestros oídos por el Don del Espíritu Santo y que, por la saliva de Su boca, o sea por la ciencia de la Palabra Divina, desate nuestra lengua, capacitándola para predicar la Verdad.” (3º nocturno de Maitines).
Día
30 de Agosto, Santa Rosa de Lima
Nació de virtuosos padres en 1596, en Lima, capital del virreinato del Perú, a los cien años de descubierto y conquistado para la civilización cristiana, por España, el Nuevo Mundo. Fue la rosa más hermosa que brotó en América en ese primer siglo y por esto llamada Rosa de Santa María, aunque su nombre de pila era Isabel. Gracia, hermosura, delicadeza, extraordinaria y su cooperación a la gracia algo tan maravilloso que solo por sus efectos podemos vislumbrar. A los cinco años hizo voto de virginidad y concibió desde entonces un espíritu de oración y penitencia tan dura que causa admiración y espanto, pudiéndose decir que su vida se sostenía y prolongaba de milagro. Dios llevaba como de la mano aquella alma privilegiada y premió su santidad con los más altos dones místicos. Pidió a los padres Dominicos el hábito de la Orden Tercera, y vivió hasta su muerte en su casa, con sus padres, como una anacoreta. Interrogada una vez decía: “Desde que me pongo en oración, siento mi alma tan sumergida en sí misma y mis facultades tan enajenadas, que nada interior ni exterior puede turbar mi atención amorosa a la belleza de Dios presente en mí. Mi corazón hierve bajo la acción de un fuego cuyas operaciones son tan dulces, que nunca podría explicarlo. Tras esto queda en el fondo del alma una presencia de la divinidad, tan amable, serena, graciosa; y la felicidad que siento entonces hace que no pueda hallar consuelo en otra cosa”. Murió el año 1617, a los 21 años, de edad. Es celestial patrona de la América española.
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