sábado, 1 de mayo de 2021

Boletín Dominical 2 de abril



Día 2 de Mayo, Domingo IV de Pascua


Conm. Atanasio, Obispo, Confesor y Doc. de la Iglesia.
Doble- Orn. Blancos

Jesús, que es la alegría de los corazones, tiene que desaparecer de nuestra vista e ir a las mansiones de la gloria. Anuncia hoy su próxima Ascensión, y para que no se entristezcan demasiado por su partida, les dice que ella es necesaria, porque así les enviará el Espíritu Consolador, que les dará el don de ciencia y de sabiduría, y les hará entender todas las cosas. A primera vista parece extraña la conexión que leemos en el Evangelio, entre la partida de Jesucristo y la venida del Espíritu Santo, como si la presencia de N. S. fuera un impedimento para aquella venida. La razón está en las ilusiones fantásticas de un mesianismo terreno que los Apóstoles acariciaban y que no habían de abandonar hasta que Jesús se les quitase de delante. La Epístola nos habla de la gracia y de nuestra libre cooperación a ella, que son los dos elementos necesarios para la obra de nuestra salvación y santificación. La gracia lo es todo, pero sin nuestro libre consentimiento y cooperación quedará ineficaz la acción de la gracia.


Día 3 de Mayo, La invención de la Santa Cruz

En el siglo II el emperador Adriano había hecho cubrir de escombros el Calvario y el Santo Sepulcro, y encima de ellos construyó una estatua a Júpiter y un templo a Venus. Pero después de la victoria de Constantino y otorgada la paz a la Iglesia, la madre del emperador, Santa Elena, va a Jerusalén a venerar los sagrados lugares santificados por los pies de Nuestro Señor Jesucristo, hace derribar las estatuas y templos paganos, se excava, y bajo la mirada alentadora de la emperatriz se trabaja sin cesar, hasta que aparecen la gruta del Santo Sepulcro y las tres cruces: la de Jesús y la de los dos ladrones. ¿Cómo reconocer la de Jesús? El milagro dio la respuesta. Aplicada a una difunta, le devolvió la vida; tocada por una paralítica, le sanó de repente.

¿Cómo reconocer la de Jesús? El milagro dio la respuesta. Aplicada a una difunta, le devolvió la vida; tocada por una paralítica, le sanó de repente.




4 de Mayo Nuestra Señora de Lujan,
Patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay

La advocación de la Virgen de Lujan honra a María en su Inmaculada Concepción. Tiene su origen el conocido milagro por el cual la Reina del Cielo manifestó su voluntad de que una imagen suya quedara en el lugar adonde se levanta hoy la ciudad de Lujan. Fue en 1630, cuando aquel lugar era un desierto, que el hecho se produjo: los bueyes que arrastraban la carreta en que la imagen de la Purísima rumbo al interior, no avanzaron de ese punto hasta que no se sacó de la carreta el cajoncito que contenía la pequeña estatua. Es de advertir que los que actuaban en ese acontecimiento ignoraban lo que había adentro del cajoncito. Se hizo el experimento varias veces con idéntico resultado: cuando se colocaba el cajoncito en la carreta, los bueyes se detenían aunque no llevaran más carga, cuando se le sacaba los bueyes caminaban, aunque llevaran el resto de la carga. Ante tan extraño suceso, los presentes abrieron el cajoncito, y al encontrarse con una imagen de María Inmaculada, pensaron con acierto que la Madre de Dios quería que en Luján se honrara su Pura y Limpia Concepción. Los milagros obrados después por la Virgen confirmaron la piadosa conjetura.

La piedad popular fue creciendo en torno a la advocación de Luján y la Iglesia la consagró instituyendo una fiesta litúrgica con Misa propia.






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