Día 7 de Marzo, Domingo III de Cuaresma
Doble- Privilegiado de I clase- Orn. Morados
La iglesia de San Lorenzo, solía ser preferida para leer los exorcismos a los poseídos por el demonio. Por eso se pone hoy el Evangelio del demonio mudo. Y se alude también a la Virgen Maria, por que había una sala destinada a ella. El alma atribulada vuelve los ojos a Dios (Introito) y en el altar halla refugio, como el pajarillo en el nido (Comunión).
La profesión de la vida cristiana proscribe todo lo que en obras o en palabras suena a liviandad y torpeza. Hijos somos de la luz, no de las tinieblas. Estas palabras oían con íntimo placer los catecúmenos (Epístola). Con el poder de Nuestro Señor Jesucristo se vence al demonio; pero hay luchas en que Satanás no ceja; y solo el que perseverare hasta el fin será salvo (Evangelio).
Para Jesucristo no hay neutrales, ante Jesucristo nadie puede permanecer indiferente; o con Él, y por Él, o contra Él, no debe existir término medio. Con esto exige Jesucristo que positiva y decididamente nos declaremos por Él y nos pongamos a su lado con adhesión total e inquebrantable.
Él exige de nosotros una entrega total, universal, ilimitada con obediencia rendida y ciega, aceptando íntegramente su programa, entregándole cuanto somos y valemos, haciendo de Él centro de nuestra vida toda.
La Iglesia de Cristo
Una Revisión de la Doctrina Básica sobre la Iglesia Católica.
Por el Rev. Padre Francisco Radecki C.M.R.I.
Parte I
Es un hecho histórico que Jesucristo fundó la Iglesia Católica. Esta Iglesia visible tiene un conjunto fijo de creencias (El Depósito de la Fe: Las Sagradas Escrituras y la Tradición Apostólica), un culto uniforme (el Santo Sacrificio de la Misa), siete Sacramentos que dan la gracia a los que los reciben, y una jerarquía (El Papa, los obispos y sacerdotes que ministran al laicado). (Continua)
(Sigue)
Una Iglesia Visible
Jesucristo se refirió a Su Iglesia cuando habló de la vid y los sarmientos y también más tarde cuando dijo: “Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a Mí” (Io 10, 14). Nuestro Señor fundó la Iglesia Católica… “tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (S. Mat 16, 18). A lo largo de los tres años de Su vida pública, Cristo enseñó a los Apóstoles, discípulos, y a las turbas que Le seguían, y más tarde les ordenó que difundieran sin miedo la Fe Católica por todo el mundo. La Iglesia Católica ha tenido siempre un espíritu misionario y ha trabajado para instruir a los conversos de todo el mundo, ya que la mejor forma de la caridad para con el prójimo es trabajar por la salvación eterna de su alma inmortal.
Cada uno está obligado a seguir la verdad, que se encuentra en la Iglesia Católica. Aunque todos tengan libre albedrío, una persona que permanece indiferente o apática en materia de religión, es culpable, especialmente desde que Jesucristo descendió de los Cielos para redimir al mundo y fundar la Iglesia Católica. Desde que Nuestro Señor estableció la Barca de Pedro, Él espera que todos estén a bordo de ella. Aquellas que se mantienen voluntariamente en otro camino son culpables ante Sus ojos: “El que cree y se bautiza se salvará; el que no cree se condenará” (Mar. 16,16).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario