sábado, 27 de febrero de 2021

Boletín Dominical 28 de febrero


Día 28 de Febrero, Domingo II de Cuaresma

Doble- Privilegiado de I clase- Ornamentos Morados

Para que trabajemos con entusiasmo por alcanzar la pureza del corazón, motivo por el cual inculca tanto la Iglesia la penitencia en este tiempo de Cuaresma, ya que la penitencia purifica, es que se nos lee hoy en la Epístola la maravillosa exhortación de San Pablo a los Tesalonicenses, animándolos a conservarse puros e incontaminados de toda impureza.

El Evangelio, al hablar de la Transfiguración, es apropiado a éste tiempo, ya que Moisés y Elías ayunaron cuarenta días, como N.S.J.C.  Y como testigos lleva consigo Jesús a los tres Apóstoles más amados, para que la gloria de la Transfiguración contrarreste luego el escándalo de la Cruz. 

El Corazón de Jesús ardía dulce y sosegadamente; pero su amor levantaba llamas inmensas que penetraban su Ser. Pronto esas llamas luminosas, atravesando el tenue velo de la carne, se mostraron gloriosas en su cuerpo. El valor y el uso de los sacramentales.

Si hacemos uso de los sacramentales, como ellos deben ser usados reconociendo, por la fe, la eficacia de la bendición de la iglesia, la cual fue fundada por el Mismo Dios, nuestros actos serán más agradables a Dios, y los sacramentales nos aprovecharan con largueza. Si usamos del crucifijo, de una medalla, esperando que por la Gracia de Dios ello nos preserve del mal, no es esto supersticioso.

No obstante, debemos acordarnos de que los sacramentales no tienen poder por sí mismos. Ellos tienen poder solamente a través de la oración de la Iglesia que usa de la autoridad dada por Cristo.

Si uno usa a los sacramentales con el espíritu de aquellos que los mira como poderosos en sí mismos, sin referirse para nada a Dios o a la Iglesia, o su propio estado de gracia, este es supersticioso.

Debemos usar los sacramentales constantemente. Todos los hogares cristianos deberían tener agua y candelas benditas. Todos los cristianos deben recibir tantas bendiciones cuanto fuesen capaces de ello. Todo hogar o predio cristiano debería ser bendecido. (Continua)



(Sigue) Además de que todo hogar católico debería tener un altar privado para concurrir a rezar, todas sus habitaciones deberían tener un Crucifijo.

Muchos hogares tienen la loable costumbre de mantener prendida una lámpara votiva, ya de aceite ya de cera, en el altar de la familia. En muchos hogares es costumbre el asperjar las camas con agua bendita antes de acostarse.

En cualquier problema, dolor, peligro, o tentación, el uso de los sacramentales es de gran beneficio. Todo católico debería tener su propio rosario bendito, y usarlo. Todo católico debe tener encima un crucifijo bendito, una medalla o el escapulario.

La Iglesia, a través del uso de los sacramentales, enseña a los fieles las verdades de la religión, excitando así buenos pensamientos y aumentando la devoción. Las verdades de nuestra fe son enseñadas por los sacramentales a través del sentido de la vista, así como las explicaciones las enseñan a través del oído. Los sacramentales son, entonces, un libro de dibujos que es usado como una ayuda en el aprendizaje de la religión.

A través del uso apropiado de los sacramentales podemos obtener gracias actuales, perdón de los pecados, remisión del castigo temporal, salud del cuerpo y bendiciones materiales y protección en contra los espíritus malignos.






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