Hay humildades, decía Santa Teresa, de que Dios nos libre, porque solo tienen de tales el disfraz, ocultando bajo él un orgullo refinado.
Pues en el Evangelio de hoy nos enseña Jesús a no ser presumidos y orgullosos y a distinguir entre la humildad postiza y falsa, y la verdadera.
Todo cuanto tenemos lo hemos recibido de Dios; sin el auxilio de la gracia divina es imposible hacer nada que sirva para la salvación o para nuestra gloria; si algo bueno hacemos es por inspiración y ayuda del Espíritu Santo. Entonces ¿Por qué envanecernos? No hay cosa que más indigne a Dios que la soberbia y el orgullo.
Seamos, pues, mansos y humildes de corazón. Aprended de Mí, nos dice Jesús, que soy manso y humilde de corazón. No nos pide que aprendamos su elocuencia, o a hacer obras maravillosas, sino a ser mansos y humildes, con humildad ni fingida ni encogida, sino sencilla y verdadera, porque “la humildad es verdad”, como decía Santa Teresa, y prenda de salvación.
24 de Agosto. San Bartolomé, Apóstol
El hijo de Tolomeo, o Bartolomé, es el discípulo que S. Felipe presentó al Señor con el nombre de Natanael, y que fue tan encomiado por Jesús a causa de su inocencia y sencillez de corazón. «Felipe halló a Natanael, y dícele: Hemos hallado a Aquél de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús, el hijo de José de Nazaret. Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Dícele Felipe: Ven y ve. Jesús vió venir a sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en el cual no hay engaño. Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, te vi. Respondió Natanael, y díjole: Rabbi, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel.
Nacido en Caná de Galilea, fue alistado por Jesús en el número de los doce (Ev.), pudiendo seguir al Señor hasta el día de su Ascensión. Después predicó la fe en la Arabia Feliz, y según algunas tradiciones, habría sido desollado vivo. Sus reliquias se veneran en Roma, en la iglesia de S. Bartolomé, sita en la Isla formada por el Tíber.
Celebremos gozosos la fiesta de S. Bartolomé, que en el cielo alaba a Dios en el coro glorioso de los Apóstoles (Alel.); y pidamos al Señor nos conceda amar lo que él creyó y enseñó, amarlo y practicarlo.
El párroco celebra hoy la misa por sus feligreses.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario