sábado, 11 de febrero de 2023

Boletín Dominical 12 de febrero



Día 12 de Febrero, Domingo de Sexagésima

Doble de II clase. Orn. Violetas.

Conm. Siete Santos Fundadores de la Orden de los Servitas, Confesores.

Los judaizantes, en Corinto como en las demás ciudades, hacían continuamente obstrucción del apostolado de San Pablo, a quien ellos despreciaban. Por eso el gran Apóstol creyó necesario hacer un relato de sus trabajos, de los dones recibidos de Dios y de sus meritos como Apóstol. Y hace esto con tal delicadeza, con tanta verdad y tal fuerza, que confunde a sus enemigos (epístola). De muchos de estos trabajos y tribulaciones no nos queda más noticia que la que aquí, en estos párrafos, nos da el Apóstol: prueba manifiesta de que son muchas las cosas que ignoramos de la vida de San Pablo, a pesar de ser contado por extenso en los Hechos de los Apóstoles. En el introito pide la Iglesia Romana auxilio contra los bárbaros, y en la Oración invoca la protección de San Pablo, titular de la basílica estacional. 


Día 18 de Febrero, Santa María Bernarda Soubirous.

(En algunas partes)

Santa María Bernarda Soubirous nación el 7 de Enero de 1844 en Lourdes, Francia. Su padre era molinero, pero al nacer la niña se hallaba arruinado y pobre. La Bernardita se crio entre las dificultades de la pobreza. Era de salud delicada: tenía asma; de cortos alcances, le costaba mucho aprender, a los 14 años ya le habían hecho trabajar de pastorcita y de sirvienta. Pero Bernardita era buena y humilde: alma pura, sencilla y sufrida, que nunca se quejaba de nada ni de nadie. En su rudeza tenía delicadezas angélicas y una caridad dilatada que besaba con cariño aún las manos que le herían. Por eso mereció ser el instrumento de Dios para transmitirnos las revelaciones de Lourdes (Continúa). 





(Sigue) Un día va a buscar leña hacia la roca de Massabielle, y la Virgen se aparece radiante en el hueco de una roca: es el 11 de Febrero de 1858. Durante sucesivas apariciones recibe el mensaje de la Señora vestida de blanco con rosas en los pies, que en la última de ellas dirá: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Y desde entonces se derramará un torrente de gracias desde esa gruta santificada por la Virgen Maria. Las gentes acuden a millares a Lourdes. Los prodigios se multiplican. El agua de la gruta hace milagros. La Bernardita no puede vivir allí y se retira a la soledad del claustro. Ingresa en el instituto de las Hermanas de la Caridad de Nevers. La misión de Sor María Bernarda será orar, trabajar y sufrir mucho por la conversión de los pecadores, “escondida en Dios”. Murió el 16 de Abril de 1879. El Papa Pio XI la canonizo el 8 de Diciembre de 1833.






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