Día 6 de Febrero, Domingo V de Epifanía.
Doble. Conm. San Tito, Obispo y Confesor. Virgen. Orn. Verdes.
El mundo es como un campo en el que Jesús y su Iglesia van esparciendo la buena semilla de la palabra divina. Ese campo son los corazones de los hombres que reciben la palabra de Dios. Pero el enemigo del linaje humano, el demonio y los que le siguen, siembran también en el campo del mundo, en los corazones de los hombres, la cizaña, los errores, las concupiscencias. Siempre en esta vida se hallará el mal mezclado con el bien, y por eso es un combate, una milicia. La historia del mundo puede resumirse diciendo que es la continua lucha del bien y del mal, de los que están con Dios y los que van contra Dios, de San Miguel Arcángel contra Luzbel.
Los siervos de Dios quisieron arrancar inmediatamente la cizaña, pero Dios se lo prohíbe. Al fin del mundo, en el juicio universal, separará Dios definitivamente los buenos de los malos.
Procuremos recibir la semilla de la Palabra de Dios y cuidemos de que Satanás, ese mal sembrador, no siembre en los corazones la cizaña, sino que cooperando a la acción del Espíritu Santo crezcamos en verdad y gracia.
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