En aquel tiempo, como hubiese de nuevo una gran muchedumbre, y que no tenía qué comer, llamó a sus discípulos, y les dijo: “Tengo compasión de la muchedumbre, porque hace ya tres días que no se aparta de Mí, y no tiene nada qué comer. Si los despido en ayunas a sus casas, les van a faltar las fuerzas en el camino; porque los hay que han venido de lejos”. Dijeronle sus discípulos: “¿Cómo será posible aquí, en un desierto, saciarlos con pan?” Les preguntó: “¿Cuántos panes tenéis?” Respondieron: “Siete”. Y mandó que la gente se sentase en el suelo; tomó, entonces, los siete panes, dió gracias, los partió y los dió a sus discípulos, para que ellos los sirviesen; y los sirvieron a la gente. Tenían también algunos pececillos; los bendijo, y dijo que los sirviesen también. Comieron hasta saciarse, y recogieron siete canastos de pedazos que sobraron. Eran alrededor de cuatro mil. Y los despidió.
Marcos VIII, 1-9
TERTULIANO
Un pasaje clásico en la teología eucarística Transcribimos un párrafo clásico en la teología sacramentaria v eucarística (cf. PL 2,806 ; BAC, Textos eucarísticos primitivos P.99).
«Veamos ahora también, por la forma propia del nombre cristiano, cuán grande es delante de Dios la prerrogativa de esta substancia frívola y sórdida (la carne)... A propósito de la cual, cuando el alma está estrechamente unida a Dios, ella (la carne) es la que hace que el alma pueda ser así unida. Es decir, que es lavada la carne para que el alma sea limpia, es ungida la carne para que sea consagrada el alma, es signada la carne para que sea fortalecida también el alma, se hace sombra a la carne con la imposición de las manos, para que también el alm4 sea iluminada por el Espíritu; la carne es alimentada con el cuerpo y la sangre de Cristo para que también el alma se harte de Dios. No pueden, pues, ser separadas en el premio aquella? a las que une el mismo trabajo».
...........................................................................................................
SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA
La misericordia
(Cf. Divi Thomae A VillanovaOpera Omnia [Manilae, 1883] vol.3 Serm. de la Dom. 6 de Pentc.)
A) Motivos de misericordia divina
El atributo divino más celebrado por las Sagradas Escrituras es el de la misericordia. Su misericordia está en todas sus criaturas (Ps. 144,9). Es Yavé poderoso y benigno, tardo a la ira; es clementísimo (Ps. 102,8). Dios es misericordioso por tres razones:
a) POR SU OMNIPOTENCIA
La Sabiduría (12,16) dice: Tu poder soberano te autoriza para perdonar a todos. ¡Oh Señor!, muéstranos tu poder con el perdón.
San Agustín nos dice que Dios es misericordioso porque es poderoso. La clemencia es una prueba del poder. Dios ha hecho que el león no so irrite por gritos pequeños, y, en cambio, a las bestias más feroces las ha hecho pequeñas, como son los insectos (cf. Serm. 213,1). La creación nos muestra el poder infinito de Dios; la redención, su clemencia infinita. Estoy más obligado a los sufrimientos de Dios que a su poder creador. Dios manifestó su poder a todas las criaturas, pero su clemencia al hombre solamente.
b) POR SU NATURALEZA
San Agustín (cf. Sobre la visita a los enfermos c.5 .1) exclama: «¡Oh Dios mío, Dios mío!, ¿me atreveré a decirlo? Tened piedad de mi atrevimiento; porque estoy lleno de alegría, lo diré con alegría, y lo diré casi en éxtasis, resumiendo vuestra bondad. Si no fueseis Dios, seríais injusto; si no fueseis Dios, no seríais justo. ¿Por qué? Porque cometemos y nos obstinamos y gozamos en los más graves pecados, los publicamos y provocamos vuestra cólera, y vos, Señor, desplegáis vuestra misericordia, soportáis al pecador que se gloria. ¡Oh Dios mío, oh misericordia mía!, ¿no es eso ser injusto? No; la injusticia no puede darse en Dios; no sabe ser Dios más que doblegándose y compadeciéndose de nuestra miseria. ¿Qué digo? Nada más justo que vuestra misericordia, y si no fueseis misericordioso, no seríais Dios, porque es muy justo y conveniente que el que no necesita de nadie tenga misericordia de todos».
San Bernardo (cf. Serm. 5.° sobre la Natividad 3) dice que el principio de su misericordia está en El mismo, en su bondad, y que el principio de la venganza divina está en nosotros, en el pecado. Por lo tanto, la misericordia se deriva de la misma naturaleza de Dios, mientras que el castigo le es una cosa extraña que le viene de nosotros. Destruid el pecado, y Dios no sabrá castigar, no sabrá dar más que la gloria, no sabrá más que ser misericordioso y clemente.
c) POR SU EXPERIENCIA
Sus sufrimientos le enseñaron a ser misericordioso. Estaba lleno de esta virtud gracias a su naturaleza divina, pero quiso encarnarse para conocer la misericordia según la carne. Cuan benigno es un padre para con sus hijos, tan benigno es Dios para con los que le temen, pues El conoce b:en de qué hemos sido hechos (Ps. 102,13). El Apóstol se refiere a la sangre de Jesús, que habla mejor que /a fe de Abel (Hebr. 12,24), porque la una pedía justicia, y la otra misericordia. ¿Cuál es el grito de la sangre de Cristo? Sed misericordiosos, como lo es Dios, que de día dispense su gracia y de noche me acompaña (Ps. 41,9).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario