Sermón
P. Gabriel M. G. Rodrigues
Lección
Expurgad la vieja levadura, para que seáis una masa nueva, así como sois ázimos porque ya nuestra Pascua, Cristo, ha sido inmolada. Festejemos, pues, no con levadura añeja ni con levadura de malicia y de maldad, sino con ázimos de sinceridad y de verdad.
I Corintios V, 7-8
Evangelio
En aquél tiempo: María la Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas, para ir a ungirlo. Y muy de madrugada, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, al salir el sol. Y se decían unas a otras: “¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?”. Y al mirar, vieron que la piedra había ya sido removida, y era en efecto sumamente grande. Y entrando en el sepulcro vieron, sentado a la derecha, a un joven vestido con una larga túnica blanca, y quedaron llenas de estupor. Mas él les dijo: “No tengáis miedo. A Jesús buscáis, el Nazareno crucificado; resucitó, no está aquí. Ved el lugar donde lo habían puesto. Pero id a decir a los discípulos de Él y a Pedro: va delante de vosotros a la Galilea; allí lo veréis, como os dijo”.
Marcos XVI, 1-7
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