domingo, 17 de noviembre de 2024

Sermón Domingo XXVI después de Pentecostés (VI después de Epifanía)

Sermón

S.E.R. Pío Espina Leupold


Sermón

R.P. Gerard McKee CMRI


Sermón

R.P. Gabriel María G. Rodrígues


Lección

Hermanos: Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo sin cesar memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos delante de Dios y de nuestro Padre de la obra de vuestra fe, y del trabajo, y de la caridad, y de la firmeza de vuestra esperanza en Nuestro Señor Jesucristo, sabiendo, hermanos, queridos de Dios, vuestra elección: porque nuestro Evangelio no os fué predicado sólo con palabras, sino también con poder y con el Espíritu Santo, y con plena convicción. Vosotros sabéis, en efecto, lo que fuimos entre vosotros, por amor vuestro. Y vosotros os hicisteis imitadores nuestros, y del Señor, recibiendo la palabra, en medio de muchas tribulaciones, con la alegría del Espíritu Santo: de tal modo, que os habéis convertido en modelo para todos los fieles de Macedonia y de Acaya. Porque no sólo ha sido divulgada por vosotros la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya, sino que también vuestra fe en Dios se ha hecho conocer en todo lugar, de suerte que no tenemos necesidad de hablaros de esto, pues ellos mismos nos refieren la acogida que tuvimos entre vosotros, y cómo os habéis convertido de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y para esperar la vuelta, desde los cielos, de su Hijo Jesús (a quien El resucitó de entre los muertos), el cual nos libró de la ira venidera.   
Tesalonicenses. I, I, 2-10


Evangelio

En aquel tiempo dijo Jesús a las turbas esta parábola: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que toma un hombre y lo siembra en su campo. El cual grano es ciertamente la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es mayor que todas las legumbres, y se hace árbol, de modo que los pájaros del cielo vienen y anidan en sus ramas. Les dijo esta otra parábola: El reino de los cielos es semejante al fermento que toma una mujer y lo esconde en tres celemines de harina, hasta que la hace fermentar toda. Todo esto se lo dijo Jesús a las turbas en parábolas: y no les hablaba sin parábolas: para que se cumpliera lo dicho por el Profeta: Abriré mi boca en parábolas, diré cosas ocultas desde la creación del mundo.  
San Mateo. XIII. 31-35

sábado, 16 de noviembre de 2024

Dom Gueranger: Domingo XXVI después de Pentecostés (VI después de Epifanía)

 




DOMINGO XXVI DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

(VI después de Epifanía)


Año Litúrgico – Dom Prospero Gueranger



MISA


INTROITO

Adorad a Dios, todos sus Angeles: lo oyó y se alegró Sión: y se gozaron las hijas de Judá. Salmo: El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. — J. Gloria al Padre.


ORACIÓN

Suplicárnoste, oh Dios omnipotente, hagas que, meditando siempre lo que es razonable, practiquemos con palabras y obras lo que a ti agrada. Por el Señor.


EPÍSTOLA

Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses. (I, I, 2-10.)


Hermanos: Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo sin cesar memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos delante de Dios y de nuestro Padre de la obra de vuestra fe, y del trabajo, y de la caridad, y de la firmeza de vuestra esperanza en Nuestro Señor Jesucristo, sabiendo, hermanos, queridos de Dios, vuestra elección: porque nuestro Evangelio no os fué predicado sólo con palabras, sino también con poder y con el Espíritu Santo, y con plena convicción. Vosotros sabéis, en efecto, lo que fuimos entre vosotros, por amor vuestro. Y vosotros os hicisteis imitadores nuestros, y del Señor, recibiendo la palabra, en medio de muchas tribulaciones, con la alegría del Espíritu Santo: de tal modo, que os habéis convertido en modelo para todos los fieles de Macedonia y de Acaya. Porque no sólo ha sido divulgada por vosotros la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya, sino que también vuestra fe en Dios se ha hecho conocer en todo lugar, de suerte que no tenemos necesidad de hablaros de esto, pues ellos mismos nos refieren la acogida que tuvimos entre vosotros, y cómo os habéis convertido de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y para esperar la vuelta, desde los cielos, de su Hijo Jesús (a quien El resucitó de entre los muertos), el cual nos libró de la ira venidera.


El elogio que aquí hace San Pablo de la fidelidad de los cristianos de Tesalónica en guardar la fe que habían abrazado, elogio que la Iglesia nos pone hoy ante la vista, parecería más bien un reproche para los cristianos de hoy día. Entregados hasta entonces al culto de los ídolos, habían comenzado con todo fervor la carrera del cristianismo, hasta el punto de merecer la admiración del Apóstol. Numerosas generaciones cristianas nos han precedido a nosotros; hemos sido regenerados desde el momento de nuestra entrada en el mundo; hemos mamado, por decirlo asi, con la leche, la doctrina de Jesucristo: y con todo eso, nuestra fe está lejos de ser tan ardiente, y nuestras costumbres tan puras como las de aquellos primeros fieles. Su única ocupación era servir al Dios vivo y verdadero, y esperar el advenimiento de Jesucristo; nuestra esperanza es idéntica a la que hacía palpitar sus corazones; ¿por qué no imitamos la fe generosa de nuestros antepasados? Nos cautiva el hechizo de lo presente. ¿Es que queremos desconocer le inestable de este mundo transitorio, y no tememos transmitir a las generaciones venideras, un cristianismo menguado e infecundo, completamente distinto del que fundó Jesucristo, del que predicaron los Apóstoles, del que abrazaron los paganos de los siglos primeros al precio de toda clase de sacrificios?

viernes, 15 de noviembre de 2024

Boletín Dominical 17 de noviembre



Día 17 de Noviembre, Domingo XXVI después de Pentecostés


(Domingo VI después de Epifanía) Doble- Orn. Verdes.
Conm. San Gregorio Taumaturgo, Obispo y Confesor.

La palabra evangélica, sin adornos retóricos, y sencilla, es como una semilla pequeña, que, al germinar en el corazón del hombre, desarrolla en él frutos magníficos de fe, de caridad, de paz, hasta convertirse en árbol de frondosa copa donde aniden los espíritus más elevados en la cumbre de la perfección. A esta perfección llama Dios a todos los hombres, y todos la pueden alcanzar con el auxilio de su divina gracia, de esa gracia que fluye a nosotros por los canales de los sacramentos digna y santamente recibidos. Es admirable el fruto que produjo en los paganos de Tesalónica la explicación de esta parábola.





Día 18 de Noviembre, la Dedicación de las Basílicas
De San Pedro y San Pablo.

Sobre los sepulcros de San Pedro y San Pablo en la vía Ostiense, lugar también de su martirio, mandó edificar el emperador Constantino dos basílicas que fueron dedicadas en éste día por el Papa San Silvestre. La vetusta Basílica de San Pedro, que ocupaba el sitio del circo de Nerón, ya muy ruinosa, cedió el sitio a la actual. Los Papas Julio II y León X llamaron a los mejores artistas y de los planos combinados de Bramante y Miguel Ángel salió el más grandioso templo del mundo en el que caben bien 50.000 personas. La basílica de San Pablo Extramuros fue destruida por un incendio en 1823, pero los Papas Gregorio XVI y Pío IX la restauraron espléndidamente e hicieron de ella una de las más bellas. Caben en su interior 32.000 personas y fue consagrada solemnísimamente en 1854.




Día 19 de Noviembre, Santa Isabel de Hungría, Viuda.

Hija del rey de Hungría, fue dada por esposa Luís IV de Turingia, siendo todavía casi una niña. Su esposo Luís, era un joven de alma muy noble y santa, con lo que formaron los dos, que se amaban muchísimo, el ideal del matrimonio cristiano. Tuvo un hijo varón y tres hijas. Amaba a los pobres y los socorría con sus bienes; más de una vez dejó vacíos los depósitos del castillo y llegó a despojarse a sí misma del manto real, de la diadema y de los collares de perlas. Hija suya fue Santa Gertrudis de Turingia. Muerto su esposo en la V Cruzada, sufrió la humillación de verse arrojada con sus hijos de su propio palacio por un hermano del marido difunto, sin dejarle llevar nada, siendo la menor de las criaturas de pocas semanas. Con su niña en brazos y llevando de la mano a los otros, hubo de mendigar un año de puerta en puerta sin que osaran a recogerla por miedo al usurpador. Restablecidas las cosas al volver los caballeros que acompañaban a su marido, se hizo terciaria franciscana y murió a los 24 años de edad, atendiendo a los pobres y a los leprosos. Era el año 1231. 






domingo, 10 de noviembre de 2024

Sermón Domingo XXV después de Pentecostés (V después de Epifanía)

Sermón

S.E.R. Pío Espina Leupold




Sermón

R.P. Gabriel María G. Rodrígues



Lección

Hermanos: Revestíos, como elegidos de Dios, como santos y amados (suyos), de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de modestia y de paciencia, soportándoos mutuamente, y perdonándoos los unos a los otros, si alguien tuviere queja contra otro. Como el Señor os perdonó a vosotros, así debéis hacer vosotros. Mas, sobre todas estas cosas, tened caridad, porque ella es el vínculo de la perfección. Y la paz de Cristo salte gozosa en vuestros corazones, pues por ella habéis sido llamados a formar un solo Cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite copiosa en vosotros con toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos, e himnos, y cánticos espirituales, cantando con gracia a Dios en vuestros corazones. Todo cuanto hagáis, de palabra o de obra, hacedlo en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, dando gracias a Dios y al Padre por Nuestro Señor Jesucristo. 
 Colosenses III, 12-17



Evangelio

En aquel tiempo dijo Jesús a las turbas esta parábola: El reino de los cielos es comparable a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Mas, cuando dormían sus hombres, vino su enemigo y sembró cizaña encima, en medio del trigo y se fué. Y, cuando creció la semilla y produjo fruto, apareció también la cizaña. Acercándose entonces los siervos al padre de familias, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña? Y les dijo: El enemigo hizo eso. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres que vayamos y la recojamos? Y les dijo: No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis también el trigo. Dejad que crezcan ambas simientes hasta el tiempo de la siega, y entonces diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos, para quemarla: el trigo, en cambio, congregadlo en mi granero.   
Mateo XIII, 24-30

sábado, 9 de noviembre de 2024

Dom Gueranger: Domingo XXV después de Pentecostés (V después de Epifanía)

 




DOMINGO XXIV DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

(V después de Epifanía)

Año Litúrgico – Dom Prospero Gueranger


MISA

INTROITO

Adorad a Dios todos sus Angeles: lo oyó, y se alegró Sión: y se gozaron las hijas de Judá. Salmo: El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. — y. Gloria al Padre.


ORACIÓN

Suplicámoste, Señor, custodies, a tu familia con tu continua piedad: para que, pues que sólo se apoya en la esperanza de la gracia celestial, sea siempre defendida con tu protección. Por el Señor.


EPÍSTOLA

Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Colosenses. (III, 12-17.)


Hermanos: Revestíos, como elegidos de Dios, como santos y amados (suyos), de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de modestia y de paciencia, soportándoos mutuamente, y perdonándoos los unos a los otros, si alguien tuviere queja contra otro. Como el Señor os perdonó a vosotros, así debéis hacer vosotros. Mas, sobre todas estas cosas, tened caridad, porque ella es el vínculo de la perfección. Y la paz de Cristo salte gozosa en vuestros corazones, pues por ella habéis sido llamados a formar un solo Cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite copiosa en vosotros con toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos, e himnos, y cánticos espirituales, cantando con gracia a Dios en vuestros corazones. Todo cuanto hagáis, de palabra o de obra, hacedlo en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, dando gracias a Dios y al Padre por Nuestro Señor Jesucristo.


Educado en la escuela del Hombre-Dios, que se ha dignado morar en nuestra tierra, el cristiano debe ejercitar la misericordia para con sus hermanos. El mundo, purificado por la presencia del Verbo Humanado, será para nosotros un asilo de paz, si es que sabemos merecer los títulos que nos da el Apóstol de elegidos de Dios, santos y amados suyos. Esta paz debe llenar el corazón del cristiano y hacerle vivir en continua alegría, deseosa de manifestarse en el canto de las alabanzas divinas. Es sobre todo el Domingo, cuando los fieles realizan este deber tan grato a su corazón, uniéndose a la Santa Iglesia con sus salmos y cánticos. Acordémonos también, en la práctica ordinaria de la vida, del consejo que nos da el Apóstol al final de esta Epístola, y pensemos en hacer todos nuestros actos en nombre de Jesucristo, con el fin de ser agradables en todo a nuestro Padre celestial.


GRADUAL

Señor, todas las naciones temerán tu nombre, y todos los reyes de la tierra tu gloria. — J . Porque el Señor ha edificado a Sión: y será visto en su majestad.


ALELUYA

Aleluya, aleluya. — J. El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. Aleluya.


EVANGELIO

Continuación del santo Evangelio según San Mateo. (XIII, 24-30.)


En aquel tiempo dijo Jesús a las turbas esta parábola: El reino de los cielos es comparable a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Mas, cuando dormían sus hombres, vino su enemigo y sembró cizaña encima, en medio del trigo y se fué. Y, cuando creció la semilla y produjo fruto, apareció también la cizaña. Acercándose entonces los siervos al padre de familias, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña? Y les dijo: El enemigo hizo eso. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres que vayamos y la recojamos? Y les dijo: No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis también el trigo. Dejad que crezcan ambas simientes hasta el tiempo de la siega, y entonces diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos, para quemarla: el trigo, en cambio, congregadlo en mi granero.


El reino de los cielos de que habla aquí el Salvador es su Iglesia militante, la sociedad de los que creen en El. Con todo eso, el campo que con tanto esmero ha cultivado, está plagado de cizaña; las herejías se han infiltrado en él; multiplicándose los escándalos: ¿es esto motivo para dudar de la providencia de quien todo lo conoce, y sin cuyo consentimiento no sucede nada? Lejos de nosotros el creerlo, El mismo Maestro nos previene que debe ocurrir así. El hombre ha recibido libertad para el bien y para el mal; a él le corresponde, pues, usar de ella, y a Dios el dirigir todo a su mayor gloria. Por tanto, aunque crezca la herejía como planta maldita, sabemos que llegará el día en que sea arrancada; en más de una ocasión la veremos también secarse en su mismo tallo, sin esperar al día en que ha de ser arrancada y arrojada al fuego.

¿Dónde están hoy las herejías que asolaron a la Iglesia en sus primeros tiempos? Lo mismo sucederá con los escándalos que se dan en el seno de la Iglesia. La cizaña es una plaga; pero nos conviene ser probados. No quiere el Padre de familias que se arranque esa hierba parásita, por miedo a dañar al trigo verdadero. ¿Por qué? porque la mezcla de buenos y malos es una prueba útil para los primeros, pues les enseña a no confiar en el hombre sino a elevarse más arriba. ¿Por qué también? porque es tan grande la misericordia del Señor, que a veces, con su gracia, lo que era cizaña se puede convertir en trigo. Tengamos, pues, paciencia; pero ya que sabemos que el enemigo sólo siembra la cizaña mientras duermen los guardianes del campo, roguemos por los pastores, pidiendo para ellos a su divino Jefe, la vigilancia que es la primera garantía de la salud del rebaño, y su cualidad más importante, significada en el nombre que la Iglesia les ha impuesto.


OFERTORIO

La diestra del Señor ejerció su poder: la diestra del Señor me ha exaltado; no moriré, antes viviré, y contaré las obras del Señor.


SECRETA

Ofrecémoste, Señor, estas hostias de aplacación, para que perdones compasivo nuestras culpas y dirijas nuestros vacilantes corazones. Por el Señor.


COMUNIÓN

Se admiraban todos de las palabras que salían de la boca de Dios.


POSCOMUNIÓN

Suplicámoste, oh Dios omnipotente, hagas que percibamos el objeto de aquella salud, cuya garantía acabamos de recibir en estos Misterios. Por el Señor.  

viernes, 8 de noviembre de 2024

Boletín Dominical 10 de noviembre


Dia 10 de Noviembre, Domingo XXV de Pentecostés

(Domingo V después de Epifanía) Doble - Orn. Verdes.
Conm. San Andrés Avelino, Confesor.

El mundo es como un campo en el que Jesús y su Iglesia van esparciendo la buena semilla de la palabra divina. Ese campo son los corazones de los hombres que reciben la palabra de Dios. Pero el enemigo del linaje humano, el demonio y los que le siguen, siembran también en el campo del mundo, en los corazones de los hombres, la cizaña, los errores, las concupiscencias. Siempre en esta vida se hallará el mal mezclado con el bien, y por eso es un combate, una milicia. La historia del mundo puede resumirse diciendo que es la continua lucha del bien y del mal, de los que están con Dios y los que van contra Dios, de San Miguel Arcángel contra Luzbel. Los siervos de Dios quisieron arrancar inmediatamente la cizaña, pero Dios se lo prohíbe. Al fin del mundo, en el juicio universal, separará Dios definitivamente los buenos de los malos. Procuremos recibir la semilla de la Palabra de Dios y cuidemos de que Satanás, ese mal sembrador, no siembre en los corazones la cizaña, sino que cooperando a la acción del Espíritu Santo crezcamos en verdad y gracia.




11 de Noviembre: San Martín de Tours
Patrón Principal de la Provincia de Buenos Aires

Natural de Hungría e hijo de padre pagano, fue exquisitamente educado en Pavía, y en esta ciudad conoció el cristianismo y se hizo catecúmeno. Para apartarle de la fe, su padre le hizo soldado contra su voluntad, y le incorpora al arma de caballería, enviándole a las Galias, pero él supo conciliar sus nuevos deberes con las aspiraciones de perfección que sentía en su alma. Caritativo en extremo, un día, pasando por Amiens, parte con su espada en pleno invierno la clámide, para dar la mitad a un mendigo, y la noche siguiente ve en sueños a Jesucristo vestido con aquel trozo de su manto y oye de Él estas palabras: “Martín, todavía catecúmeno, me ha dado este vestido.” Poco después, en la Pascua del 339, recibe el bautismo. Dos años más tarde deja la milicia y le encontramos en Poitiers, al lado de San Hilario, que le forma en la disciplina religiosa. Va a Panonia, su patria, para convertir a sus padres, y vuelve a Poitiers, donde, sostenido, por los consejos de San Hilario, introduce por primera vez en Francia la vida monástica en un lugar llamado Ligugé.